No hay vida sin agua. El agua es un recurso preciado aquí en Utah, que respalda todos los aspectos de nuestras vidas, desde el agua que usa en el hogar hasta el agua que usamos para cultivar alimentos y el agua que respalda nuestra industria recreativa multimillonaria.
Hay mucho que nuestra legislatura debería estar haciendo para ser mejores administradores del agua en Utah. A pesar de los esfuerzos de última hora en la sesión legislativa de 2022, seguimos en riesgo de perder el Gran Lago Salado. Nuestros embalses se encuentran en niveles históricamente bajos. Todavía estamos lidiando con muchas leyes de agua obsoletas que incentivan el desperdicio. El lago Utah está en camino a la recuperación, sin embargo, muchos en la legislatura quieren dárselo a los desarrolladores para construir una tierra de fantasía de islas artificiales, lo que probablemente creará un desastre que los contribuyentes de Utah pagarán durante décadas para limpiar arriba. Necesitamos más legisladores que sepan más y se preocupen más por el agua.
¿Cómo podemos solucionar nuestros problemas de agua? ¿Qué defenderé?
¿Cómo podemos solucionar nuestros problemas de agua? ¿Qué defenderé?
La sequía actual está ejerciendo mucha presión sobre nuestros recursos hídricos y ecosistemas. Pero el problema más a corto plazo es que el estado ha creado demasiada burocracia sobre quién administra los diferentes tipos de agua y, en última instancia, el estado ha sobreasignado los derechos de agua. Cuando se otorgan derechos de agua, las personas construyen su sustento a su alrededor. Cuando los derechos de agua no se pueden llenar o tienen que rescindirse, las personas se lastiman y hay un efecto dominó dañino en nuestra economía y comunidades. Abogaré por una legislación que asegure que el estado adopte un enfoque más conservador para asignar nuevos derechos de agua, para que las personas que tienen agua sepan que pueden contar con mantenerla.
Otro gran problema que se puede solucionar con la forma en que el estado maneja el agua es que hemos creado límites artificiales entre las aguas subterráneas y las aguas superficiales. En realidad el agua no funciona así... es toda la misma agua y lo que pasa bajo tierra afecta al agua superficial y viceversa. Actualmente, el derecho de agua superficial de una persona puede ser absorbido por el bombeo de agua subterránea de otra persona. Abogaré por una legislación que nos mueva en la dirección de 'una sola agua', incentivando una mejor gestión integrada de nuestras aguas superficiales y subterráneas, fuentes de agua, aguas pluviales y aguas residuales.